Verano

"Aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras contra la última frontera"

Sigo al pie del camino justo antes de la última embestida... y sé que me la voy a dar, y muy fuerte ademas, pero a un paso del verano uno deja ya toda la carne en el asador y se contenta conque esta no se chamusque demasiado.
Pienso ya en algunos proyectos por realizar, en agua refrescante, en tormentas pasajeras, en el arte desnudo de algunas xiquillas que van marcando estilo cuando llega el calor, en escenarios... y sobretodo en el gran reencuentro, donde siempre me alimento de tanta amistad.
Recorro calles vacias... bueno... llenas de ilusiones, de sueños compartidos... y echo la mirada atrás para darme cuenta de que me dirijo hacia un lugar mejor que el de ayer, y de que al fin y al cabo, estoy en un camino no demasiado embarrado.
Te espero con los brazos abiertos, procura tratarme bien.

Dedicatoria

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí...
que no puede cansarse de esperar
aquél que no se cansa de mirarte.


Luis Garcia Montero.

Estocada de amor

Llegaste como una estocada
certera en pleno corazón.
Llegaste como una emboscada,
dejándome atado en un rincón.

No sé si podré regresar en esta huída...
el camino se tuerce al atardecer.
Un gin tonic me devuelve a la vida,
pero por la mañana volveré a caer.

Y ahora planeo un vuelo suicida
intentando escapar de esta estación
y no sé xiquilla... no dejo de pensar en ti.

Y ahora planeo un vuelo suicida
intentando acabar bien esta canción
aunque sé, que debo escabullirme de ti.


Lo último que he escrito antes de sumergirme definitivamente en el temario de Junio (maldita carrera de los... ejem). Jejeje
(la gravaré maestro, la gravaré) ;)

Mi mundo gira en un sentido absurdo

No sé hacia donde me dirijo, ni en donde estoy, ni donde he estado... ni donde estaré mañana, si arriba, si abajo... no sé a donde tengo que regresar para recuperar algo de lo que tenía, lo que sé es que me caí hace tiempo y sigo perdido y descontrolado. No sé si habrá una posible huida... pero tengo que reorganizar mi campo de batalla antes de darme por abatido definitivamente. Y aunque hoy duela un poco más que ayer el presente, sigo en pie y a la espera, a la espera de lo que vendrá mañana... el último ataque o el primer abrazo.
Y a pesar de todo, hoy celebro que no se quejen demasiado las profundas heridas que poseo, y que todo siga girando en torno a un eje desconocido que nunca me pregunta quien soy, ni de donde vengo, ni hacia donde voy... lo celebro porqué, la verdad, no sabría contestarle.
Cuando el amor llega para doler puede ser definitivo no esquivarlo.
Mejor no echar la vista atrás esta vez, podría encontrarme el camino mojado y embarrado para aterrizar.